miércoles, 30 de diciembre de 2015

Um post muy personal....

Quando acaba o ano, muita coisa passa pela nossa mente...

Um ano que acaba significa muita coisa. Uma quantidade inumerável de experiências que deixam marca nas nossas vidas mas, por outro lado, uma infinidade de oportunidades novas que abraçar no ano que começa. 

É inevitável pensar no que esse ano que passa significou. É impossível “fechar os olhos” ao que desejamos que o novo ano nos proporcione. Cada um de nós sabe bem o que espera de 2016, e o que 2015 significou. 

Cada ano, desde o meu ponto de vista, é como uma moldura que penduramos “na nossa mente”. Com uma fotografia única e diferente. Uma moldura sem dúvida que não esqueceremos e que, seja ou não “bonita” aos olhos dos outros (e de nós próprios), ninguém pode “apagar”. 

E há muitos meses estava em dívida comigo mesma. É verdade. Há meses que devia ter escrito estas linhas mas a vida é imprevisível e aparece tanta “coisa” no meio do caminho que, acabamos por deixar de lado aquelas coisas importantes e, acabam por se tornar “urgentes”. 

Y no podría seguir escribiendo si no fuera en mi lengua materna. Porque las cosas del corazón, aquellas que son realmente profundas y sentidas sólo las puedo expresar así. Por eso hablo en español con mi pequeño Tomás y con mi marido. Porque los amo infinitamente y es como mejor me fluyen las palabras y los sentimientos. Espero que no os sintáis ofendidos. Todo lo contrario. Sentid que quiero deciros cosas importanes, que salen del alma. 

Como muchos de vosotros sabeis, hace tres años emprendí nuevamente una aventura. Cambiar otra vez de país, de ciudad. Empezar de nuevo. Una nueva lengua por aprender, gente nueva por conocer, un clima al que adaptarme, calles y sitios diferentes por explorar. Aprender a andar en el metro, darme con todos los números que identifican a un portugués (numero de utente, de seguridad social, de contribuyente…!), conocer y apreciar otra gastronomía, apreciar otro paisaje. Y sobretodo, encontrar mi propio espacio de desarrollo profesional. Como sentirme útil para la sociedad. Ese era uno de los principales desafíos. Porque el resto, de la mano de Pedro y de los seres queridos, estaba garantizado que lo conseguiría. No importa donde estemos desde que tengamos cerca las personas adecuadas. Como decimos, llueva, truene o relampaguee, tendremos motivos para sonreir si tenemos buenas personas cerca de nosotros. Es así como he aprendido a ver las cosas después de tantos cambios en mi vida, después de tener lejos a mi familia. Después de tener la fortuna de ser madre. 

 Y bien, llegando a Oporto me asaltó la grande duda: y ahora qué hacer? Busco trabajo? Perfecciono el portugués? Estudio un tiempo? Emprendo un negocio? Ah, tantas y tantas dudas que se unían al hecho de que todo era novedad. Aunque había venido muchas veces a Oporto, siempre fue de “vacaciones”. Vivir es otro cuento diferente. Como cuando llegué a Barcelona. Que poco a poco dejé de sentirme turista para sentirme parte de la comunidad. 

Y opté por la decisión más difícil. Emprender un negocio en los tiempos que corren. Ahora que lo pienso, arriesgué una vez más!. Pero claro, aún no teníamos hijos, era la oportunidad perfecta para intentar otro camino. Un camino que me permitiera sentirme realizada profesionalmente y a la vez, tener más flexibilidad para “llevar las riendas de mi tiempo, de mi vida en familia”. Y fue así que nació Ameisin, en mi alma lo había visualizado ya desde que estaba en Barcelona, pero se materializó en octubre de 2013. Justo 4 meses después de haber descubierto que estaba embarazada (que no contábamos con ello justo para ese momento!). 
Ya pasaron dos años. Y como si de una persona se tratara, el negocio poco a poco fue cambiando, se fue “puliendo”. Fue aprendiendo con los éxitos y las derrotas. Con las dificultades. Como sucede con nosotros mismos, que no somos los mismos de hace un año seguramente. Hay muchas situaciones que nos moldean y nos ayudan a crecer. 

Es por este motivo que, después de dos años, encuentro mil razones para compartir con vosotros estas palabras. Ameisin es hoy algo de lo que me orgullo y me siento feliz. Es aún una pequeña plantita, a la que voy regando y regando con cariño para que siga creciendo. Que me ha permitido conocer a gente maravillosa, compartir en espacios que no pensé nunca estar. 

Y como ha cambiado Ameisin! Nació con el espitiru de ser un atelier creativo con un espacio físico en un lugar especial de la ciudad. Y en esencia no deja de ser eso mismo, sólo que ahora “no hay espacio físico”. Y me repito con lo que dije antes: la vida es realmente imprevisible. A comienzos del año la dueña del sitio donde existía Ameisin me contactó para avisarme que el edificio sería alquilado a un inversionista para hacer apartamentos para turistas. Vaya, que tenía si o si que salir de allí. Dejar mi lugarcito “perfecto”, donde tantas y tantas horas pasé trabajando y a donde recibí tantas personas tan especiales. 
Pero nada, qué podía hacer? Ni modo de convencer a los señores inversionistas de dejar esa “salita” para mi!. Así que a seguir pa’delante. Buscar alternativas. Adaptarnos a los cambios. El plazo que tenía para salir de allí era el 31 de agosto. Comencé a buscar, a pensar, a darle vueltas al asunto. A consultar con personas conocidas pero en especial, lo hablé mucho con “mi almohada”!! 
No hay nada que pase por casualidad, ni cosas que sucedan hoy que no entendemos, que no vengamos a comprender después. Esto es muy cierto. 

En julio comencé un desafío en paralelo a Ameisin. Bueno, que a falta de un proyecto ahora llevaba dos. Me aventuré a trabajar con una empresa española de branding e design. Si, si… un nuevo desafío que a ojos de algunas personas parecía descabellado. Pero me siento plena y feliz! Y no bastó con estar metida en dos cosas al mismo tiempo. Una nueva variable se sumó a tantos cambios. Con mi marido, decidimos cambiar de casa. Y aunque era un proyecto para medio plazo la oportunidad apareció de un momento para otro y el 17 de juio estábamos firmando contrato para un nuevo hogar. Mejor dicho, que aparecían cambios por todo lado. Tomás entró por primera vez a la guardería en septiembre… Y como si fuera poco, entre otras cosas que nos pasaron, en agosto descubrimos que estábamos embarazados otra vez!!!! Nos ganamos la lotería seguro! Un bebé que llegó de sorpresa a cambiarlo todo otra vez. 

Ahora no tenía atelier pero seguía con mis workshops y trabajos personalizados. Tenía a la agencia española, tenía una mudanza por hacer, un pequeño enfermándose a toda hora con los virus nuevos de la guardería y un bebé a camino. Tantas cosas buenas no pasan todos los años. Así que, más que angustiarnos, agradecer! Y comparto esto para que entendáis porque la página de Ameisin www.ameisinatelier.com está en construcción. Porque no pude volver a la TV. Porque “tanto silencio” durante unos tiempos. Porque la vida así me lo “regaló”. Me regaló qué? La oportunidad de repensar las cosas, de volver a comenzar!. Ser madre otra vez, ese es el mejor de los recomienzos, SIN DUDA ALGUNA! 

Con esto quiero terminar, diciéndoos que Ameisin sigue existiendo, que vendrán novedades en breve. Que nuestro espíritu sigue ahí. Que tenemos personas maravillosas a nuestro lado, que nos han apoyado incansablemente. No estoy sola, tengo personas que colaboran conmigo y hacen mi día a día muy feliz y llevadero. Ya sabéis donde encontrarme, sabéis que por una sonrisa vuestra hago todo. 

Ameisin 2015Obrigada por ler estas palavras, por estar ai. Sem vocês não teria a força e a motivação que tenho hoje para continuar. Hoje com mais motivos digo que empreender é um caminho maravilhoso, difícil mas cheio de satisfações e aprendizagens. 

Um bom ano para todos e que 2016 vos dê muitos motivos para sorrir. 
Un beso con mucho cariño!. 

Ana Higuera


No hay comentarios:

Publicar un comentario